domingo, 28 de septiembre de 2014

What is love?

Hay días en los que el viento silencia el mundo y acalla mi corazón, en los que mi piel se vuelve fría y sombría. Días que comienzan con un adiós y un hasta nunca. ¿Por qué nunca?, si siempre han habido primeras veces para todo; ¿por qué adiós?, si haces que me vaya y vuelva antes de poder acabar si quiera de hablar. 

Y así es como juegas, como te encojes haciéndome grande y después creces volviéndome pequeña, como me susurras hablando de amor mientras que por dentro de mueres de dolor, como me haces olvidar para luego hacerme sentir mal. 

Un juego que comienza pero nunca acaba, una partida destinada a fallar, pues se trata de amar. Destinados a vivir sin destino, a pasar de la nada al todo como quien salta a la última página de un libro buscando un final y encuentra el principio.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Dieciocho

¿Cuándo llega el momento más importante de tu vida? Creo que es cuando cumples dieciocho, esos dieciocho años eternamente esperados que desembocan hacia tu futuro. Elegir que harás con tu vida, donde lo harás, como lo harás; son unas de las miles de cosas que tienes que decidir cuando comienza la cuenta atrás. Muchas veces esos añorados dieciocho se vuelven detestables, odiosos o incluso nos pueden llegar a atormentar. La sensación de que todo aquello que planeaste ocurrirá en breve te pone en una situación de nerviosismo un tanto irremediable, pues no sabes si ocurrirá todo como lo esperabas, si será verdad todo aquello que soñabas…

Y así es, se acercan mis 18 años y la cuenta atrás me está matando a ratos. Entonces ¿qué hago? Me pregunto a mí misma mientras un grito de desesperación se va al abismo; y a la única conclusión a la que llego es que todo dependerá de lo que pasará en este año. Y no quiero pensarlo, no quiero llorar y tampoco darlo por olvidado; quiero centrarme en lo que no he hecho hasta ahora; en dar lo mejor de mí, el último esfuerzo. Pese a ello, día a día pareciera que mis queridos profesores se ponen de acuerdo a atormentarte recordándotelo con una mera y simple sigla, ‘’PAU’’.

Deseadme lo mejor, porque la suerte, no me acompañara en tan corto viaje.

domingo, 21 de septiembre de 2014

- Alas -



Mil y una veces he odio hablar de las alas, alas de aves que surcan el cielo, de insectos que van de flor en flor y de ángeles que viven en el. También, muchas de esas veces he querido ser como ellos, extender mis alas y explorar la inmensa realidad que me rodea. Alas de plumas,de libertad , de imaginación o incluso de palabras; con el tiempo descubrí, que cada una de ellas pueden ser mis alas.






jueves, 11 de septiembre de 2014

~ A través de los sueños ( Continuación II) ~

-Veo que no eres de por aquí… bienvenida a el mundo de los sueños, mi nombre es Hanniel -me sonrió y se inclinó hacia mí- estás herida, será mejor que vengas conmigo-dijo recogiéndome del suelo entre sus brazos.
-¿Qué…? ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame! ¡Estoy bien, puedo andar sola!-
-Está bien, está bien… si tu lo dices-dijo dejándome en el suelo de nuevo- pero será mejor que nos apresuremos, llegarán pronto-.
-¿Qui…Quiénes? -.
-Pronto lo sabrás, pues ya habrán olido la…- se detuvo y suspiro para sus adentro- sangre-.

Comenzamos a acelerar el paso, pero su velocidad era muchísimo mayor a la mía. Apenas podía seguirlo con la vista.

-Espera, que yo no soy tan ráp…- sin poder acabar la frase me detuve en seco.
-¿Qué haces? ¿No piensas correr? ¿O prefieres que te lleve yo?- dijo gritándome a un par de metros de distancia.

Mi cuerpo estaba paralizado y ni de mi boca salían las palabras que quería gritar. Estaba rodeada de una especie de ardillas gigantes cubiertas con un pelaje espeso de color rojizo. Mire el rostro de una de ellas buscando encontrarme con sus ojos, pero para mí horror no tenían. Sus cuencas estaban vacías, y sus asquerosos dientes, que oscilaban entre un color amarillento y marrón llenos de restos de lo que hubiera sido su última comida; chirriaban emitiendo un sonido ensordecedor. Intenté tapar mis oídos pero pronto sus garras una a una se acercaban a mí con una velocidad con la podrían decapitar un elefante en segundos. Cerré mis ojos, no sabía que estaba ocurriendo y el miedo se aferraba a mi; decidí prepararme para la peor.

-Te dije que llegarían pronto- le oí decir antes de escucharlas chillar como locas al ritmo de golpes.

Abrí mis ojos con temor a que le hubiera ocurrido algo y contemplé aquel inmortal escenario en el cual tres de ellas estaban revolcándose por el suelo heridas mientras las otras dos aún no se habían rendido. Hanniel tenía las manos manchada de un rojo granate; la cuestión del asunto era a quién pertenecía toda aquella sangre. Mientras vi que se disponía a librarse de una de ellas, note que estaba en peligro, pues la otra ardilla se las había apañado para poder atacarle por detrás y marcar un par de zarpazos en su espalda. Busqué a mí alrededor algún objeto o rama con la que poder golpearla y di con un palo de bastante anchura, corrí y le di en la cabeza. El palo se había partido en dos al colisionar con su cráneo y ahora a quien prestaba toda su atención era a mí. Retrocedí como por acto reflejo mientras ella intentaba acercarse a mí.

La idea de que me pusiera sus zarpas encima no me agradaba mucho, así que corrí intentando evitar que me alcanzara pero no contaba que fuera tan rápida. Sentía que la tenia detrás y no estaba equivocada, sus zarpas me alcanzaron y caí rodando por el suelo. La vi venir, vi mi sangre y sentí como el dolor me sofocaba; pero ni mi mente resistió. Cerré mis ojos aturdida mientras ya mi cuerpo no reaccionaba; mi último pensamiento, ¿sería este el fin?.

lunes, 8 de septiembre de 2014

- Maldito reloj persistente -

Tick tack, tick tack,
Las horas pasan sin cesar... ¿Acaso nunca vas a parar?
Me atormenta escucharte, pero aun más no verte.

Para mi, tú que marcas mi tiempo, mi fin y comienzo;
no eres más que un recuerdo, de lo rápido que se acabó el ayer,
 de cuan cerca esta el futuro y lo mal vivido que tengo  mi presente.
¡Maldito reloj persistente!